A pocas semanas de empezar las vacaciones de verano, muchas personas están empezando a organizar viajes y actividades, especialmente después de la situación de confinamiento que hemos vivido. Sin embargo, lo que muchas personas olvidan al planificar sus vacaciones es recordar ser corresponsable con las tareas domésticas y de cuidados, especialmente si viajamos con niños y niñas pequeños/as.

En este artículo vamos a ofrecer algunos consejos para incluir la corresponsabilidad en vuestro itinerario.

¿Qué significa ser corresponsable?

La corresponsabilidad hace referencia al reparto equilibrado de las tareas domésticas, y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de las personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres (Ministerio de Sanidad, 2013)

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El problema principal de la corresponsabilidad durante las vacaciones es que, al considerarlo un periodo de descanso, muchas veces descuidamos las tareas domésticas o de cuidado que hay que realizar, ya que estamos fuera de nuestra «rutina diaria».

De esta forma, las mujeres muchas veces acaban realizando incluso más tareas de las que normalmente harían, impidiéndoles un adecuado descanso y la recuperación física y psicológica que se busca en las vacaciones.

¿Por qué es importante ser corresponsable en vacaciones?

vacaciones corresponsables

En primer lugar, la razón principal tiene que ver con la necesidad de descanso de ambas partes de la pareja. Las vacaciones son imprescindibles y necesarias para conseguir una adecuada recuperación física y psicológica tras un año de trabajo. Por lo tanto, es fundamental que todas las partes disfruten de suficiente tiempo para que se produzca dicha recuperación.

Otro motivo es por el bienestar y la estabilidad de la pareja. Es bien sabido que durante la época estival se producen la mayor cantidad de divorcios y rupturas de pareja. Esto puede deberse, en parte, a los conflictos que se pueden generar si una parte es la única encargada de las tareas domésticas y de cuidado de otros.

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la realidad de las medidas de paternidad

Y por último, pero no menos importante, por lo que transmitimos a los pequeños/as de la casa. Educar en igualdad implica educar con el ejemplo. Si queremos que nuestros hijos e hijas crezcan siendo igualitarios tenemos que demostrarles que nosotros lo somos, y eso implica el reparto de las tareas en cualquier época del año.

6 consejos para ser más corresponsables este verano:

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1. Tareas similares:

Las tareas que realice uno y otro miembro de la pareja deben ser asimilables. Es habitual que las tareas más agradables acaben recayendo sobre los hombres (llevar a los niños/as al parque o playa, planificar el itinerario de viaje, jugar con los pequeños…) mientras que las tareas menos deseables las realizan las mujeres (bañar a los pequeños, preparar las comidas, preparar las mochilas…). No sólo hay que cuidar que las tareas se repartan, sino que además tienen que ser parecidas o, al menos, consensuadas.

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2. Tiempo de ocio:

Las vacaciones tienen que permitir un adecuado descanso del ritmo habitual de trabajo. Por eso, es importante que todas las partes puedan disfrutar de tiempo para sí mismos/as, para realizar actividades que les gusten, para socializar con otras personas, etc… Uno de los «trucos» que nos propone el psicólogo Alberto Soler es compartir el tiempo de descanso, evitando descansar cuando la otra persona está realizando las tareas domésticas.

3. Que no te lo manden:

Una de las discusiones de pareja más frecuentes relacionadas con las tareas domésticas viene por la frase «no lo he hecho porque no me lo has pedido». Las tareas domésticas no sólo suponen carga física, también implican carga mental (saber lo que hay que hacer). Aunque actualmente la distribución de tareas es más igualitaria, la carga mental sigue recayendo única o mayoritariamente en manos de las mujeres. Es importante, por lo tanto, que esta carga mental se distribuya entre las diferentes partes de la pareja.

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4. Pactad las tareas:

Una forma sencilla de evitar tanto la sobrecarga mental como la distribución desigual de las tareas es planificarlas con tiempo. Haced un listado con las tareas que tendréis que realizar, teniendo en cuenta las actividades que realizáis en verano y las diferencias con la rutina habitual de tareas. Aseguráos que ambos dispondréis de tiempo para vosotros/as mismos/as y para disfrutar tiempo de calidad para actividades de ocio. La planificación de actividades evitará las prisas, los enfados por tareas no realizadas y las discusiones por quién debía hacer qué cosas.

5. Todos/as participan:

Parte de la educación corresponsable parte de dar tareas y responsabilidades a los más pequeños de la casa. De esta forma no sólo se reduce la carga para los progenitores, también incrementa el bienestar de la familia al completo. Asumir las tareas domésticas, así como aprender ciertas habilidades de cuidado (como hacer compañía a los adultos mayores o cuidar de los hermanos/as pequeños/as) incrementa la responsabilidad y la autonomía de los niños y niñas. Podéis empezar a delegar ciertas tareas, en función de la edad del niño/a, y mostrarlo como un juego, algo que disfrutar en familia.

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6 tips para un verano corresponsable 1

6. Consensuar los resultados:

Otra de las discusiones más habituales viene porque las diferentes partes tienen criterios distintos para evaluar que algo está bien hecho. Lo más común es que una de las partes (usualmente la mujer) tenga criterios más exigentes, lo que concluye en una dificultad para delegar («ya lo hago yo»). Por esto es tan importante pactar las tareas como la forma de realizarlo o cómo evaluar que una tarea se ha realizado correctamente. Por parte de las mujeres, para evitar sobrecargarse de tareas, es fundamental ser un poco más flexibles en los métodos y dar algo de margen de error, especialmente si la otra persona está empezando a realizar esa tarea. Y, por parte de los hombres, animarse a participar y asumir las tareas como propias.

Os dejo con un pequeño corto sobre la importancia de involucrarse en las tareas domésticas: