Resultados del estudio sobre diferencias entre sexos frente a los riesgos psicosociales en el ámbito sanitario
Datos demográficos de partida para el estudio de diferencias entre hombres y mujeres frente a los riesgos laborales
Se realizó una investigación descriptiva con diseño transversal utilizando la metodología HERO-HOS (Llorens, Salanova, & Vera, 2012; Salanova, Llorens, Cifre, & Martínez, 2012) del Equipo Want Prevención Psicosocial y Organizaciones Saludables.
Los datos se recogieron durante los años 2017 y 2018 en el ámbito hospitalario, en un total de 76 centros distribuidos por toda la geografía española.
Distribución por puestos de trabajo
La muestra total obtenida fue de 4.451 cuestionarios de valoración distribuidos en 1.137 hombres (25,5%) y 3.298 mujeres (74,1%), divididos en puestos de
- Enfermero/a (33,6%);
- Auxiliar Enfermería (17,4%);
- Personal Administrativo (13%);
- Celador/a (4%)
- Médico/a (24,8%);
- otros (6,9%).
Distribución por sexo y edad de la muestra del estudio
De los participantes el 25.5% eran hombres y el 74.5% mujeres. Además, la muestra se dividió en dos grupos de edad, el grupo de jóvenes de ≤ 39 años (37.5%) y el de mayores con ≥ 40 años (62.5%). Atendiendo al sexo de cada grupo obtuvimos 4 cohortes: los hombres jóvenes (24.1%) y mujeres jóvenes (75.9%) y por otro lado los hombres mayores (26.6%) y mujeres mayores (73.4%).
Comparativa entre sexos en demandas y recursos laborales
Comparativa de demandas laborales entre sexos
En demandas laborales se observa que el grupo de mujeres tiene valores significativamente superiores al de los hombres en sobrecarga cuantitativa, rutina y sobre carga mental.
Si analizamos estos resultados por grupos de edad, observamos que en el grupo de mayores (≥ 40 años) no existen diferencias en sobrecarga cuantitativa. Cabe destacar que no se observan diferencias significativas ni por edad ni por sexo en mobbing, tal y como sugieren algunos autores (López-Cabarcos et al., 2017), aunque podría deberse a que tampoco se observan diferencias significativas en estresores como el conflicto y la claridad de rol, que se presentan como los factores de riesgo que mejor correlacionan con la presencia de mobbing (Bowling & Beehr, 2006).
Comparativa de recursos laborales entre sexos
En recursos laborales el grupo de mujeres tiene valores significativamente superiores en autonomía, empatía, competencia mental y liderazgo visión. Cuando se analiza por grupos de edad, observamos que en el grupo de jóvenes desaparecen las diferencias en liderazgo visión y sin embargo, en el grupo de mayores aparecen valores significativamente superiores en mujeres en competencia emocional.
Por tanto, observamos que el grupo de mujeres está sujeto a más demandas laborales, pero también tiene más recursos con los que combatir estas demandas, y en mayor medida el grupo de mayores. (Marisa Salanova et al., 2012)
Bienestar laboral: ¿existen diferencias entre sexos?
Considerando las predicciones del proceso motivacional del Modelo Demandas-Recursos, los recursos personales pueden jugar un papel predictivo en la percepción de recursos laborales que a su vez influyen en el engagement en el trabajo (Vargas Prada, 2015).
En nuestro caso, observamos que el modelo se cumple al observar valores significativamente superiores de engagement total en el grupo de mujeres que en el de hombres. Situación que, al valorarse por grupos de edad, observamos que solamente se mantiene para mujeres mayores.
¿Existen diferencias entre sexos en burnout?
Sin embargo, en cuanto al impacto del malestar, se observa que el grupo de mujeres tiene valores significativamente mayores de burnout cinismo, agotamiento, y salud general afrontamiento no efectivo que el grupo de hombres.
Aun teniendo mayores recursos laborales y mayor engagement el grupo de mujeres, esta situación no impacta en menores niveles de burnout y afrontamiento no efectivo. Destaca que, en el análisis por edades, en el grupo de mujeres jóvenes desaparecen las diferencias en burnout cinismo con el grupo de hombres jóvenes.
En cuanto resultados saludables, el compromiso organizacional, resulta significativamente inferior en el grupo de mujeres. Situación que solamente se mantiene en el grupo de mayores, donde además de observarse valores significativamente superiores en hombres en compromiso organizacional también aparecen en desempeño intra-rol y extra-rol.
Conclusiones del estudio
En base a los resultados obtenidos, podemos observar que existen diferencias estadísticamente significativas entre sexos respecto a los recursos y demandas laborales. Donde el grupo de mujeres dispone de mayores niveles de recursos (autonomía, empatía, competencia mental y liderazgo visión), sin embargo, también está expuesta a niveles superiores de algunas de mas demandas (sobrecarga cuantitativa, rutina y sobrecarga mental).
Respecto a las dimensiones de bienestar y malestar, observamos que el grupo de mujeres tienen niveles estadísticamente superiores en engagement e inferiores en estrés. Por el contrario, el grupo de mujeres tiene valores estadísticamente superiores de burnout (cinismo y agotamiento) e inferiores en compromiso organizacional.
Cuando analizamos los datos por grupos de edad, observamos que al dividir la muestra entre personas jóvenes (<40 años) y mayores (≥40 años), existen diferencias estadísticamente significativas que posicionan al grupo de jóvenes con mayores recursos laborales, bienestar y resultados organizacionales que el grupo de mayores.
En este mismo sentido, los niveles de demandas laborales y malestar también resultaron significativamente inferiores en el grupo de jóvenes que en el de mayores. Esto podría estar relacionado con el carácter vocacional de las profesiones sanitarias (Herrera Moya et al., 2018). Estas diferencias por edad no están influenciadas por el sexo, obteniendo los mismos resultados tanto en hombres como en mujeres.
Al hacer análisis de regresión entre demandas y recursos (Variables independientes) frente al engagement, burnout, compromiso, desempeño y estrés (variables dependientes), observamos que se cumple el modelo de predicciones del proceso motivacional del Modelo Demandas-Recursos, donde tanto para hombres como para mujeres existe una correlación positiva entre demandas con el burnout y estrés y una correlación negativa con el engagement, compromiso y desempeño. Sucediendo lo mismo con los recursos, que correlacionan negativamente con el burnout y estrés y positivamente con el engagement, compromiso y desempeño, en ambos sexos.
Aquí cabe destacar algunos resultados que se desvían de esta tendencia general. Donde observamos que para el grupo de mujeres la sobrecarga mental puede actuar como demanda reto respecto al engagement.
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Creo que la mujer debería esta mas presente en la empresas tanto en puestos de responsabilidad como en el mas bajo.