Los puntos violeta son espacios donde se sensibiliza al público, se informa, e incluso se atiende a víctimas de cualquier agresión sexista. Es un instrumento promovido por el Ministerio de Igualdad para implicar al conjunto de la sociedad en la lucha contra la violencia machista y extender, de forma masiva, la información necesaria para saber cómo actuar ante un caso de violencia contra las mujeres.
El origen de los puntos violeta
Los orígenes de los puntos violeta se encuentran en los puestos improvisados que varios grupos de mujeres llevan a cabo en fiestas y festivales con brazaletes morados, para compartir los protocolos de actuación que se empiezan a redactar a partir del año 2014, con el fin de la liberación de los barrios de la violencia machista. Tras estas actuaciones, los ayuntamientos consideran esta necesidad de las mujeres por sentirse seguras en lugares públicos, sobre todo por la noche, y empiezan a implicarse activamente.
Es en 2015 cuando en las fiestas de Los San Fermines, el Ayuntamiento de Pamplona monta por primera vez una caseta para dar información sobre agresiones sexuales, siendo el primer ayuntamiento que toma esta iniciativa, que ha ido ganando fuerza y se ha secundado por otras poblaciones y ciudades de España.
Gestión
Los puntos violeta suelen ubicarse en carpas o casetas, que se habilitan en espacios públicos por iniciativa de los ayuntamientos o desde la organización de los eventos.
Tienen lugar en actos multitudinarios como las fiestas de pueblos, festivales, lugares de ocio, discotecas, calles o espacios concurridos.
Las personas que se encuentren al cargo del punto violeta pueden ser tanto voluntarias con su correspondiente formación, como profesionales del sector. Estas llevarán distintivos para que puedan ser identificadas con facilidad y se las distinga como una puerta de acceso para las mujeres víctimas a los recursos que ellas necesiten.
En la página de Ministerio se pueden encontrar materiales como guías, carteles o pegatinas disponibles para descargar. Puedes descargarlos aquí.
Sus funciones
Las funciones principales de los puntos violetas son sensibilizar a las personas que acuden a las fiestas mediante material disponible, por ejemplo folletos o de forma verbal, con la intención de implicar a la mayor parte de la sociedad y también detectar situaciones o puntos de peligro que se pudieran dar en el contexto directo de la situación del punto violeta.
En la parte de asesoramiento, se presta toda la información necesaria en el posible caso de que una mujer sufra una agresión y se le facilitan los recursos disponibles a los que podría acceder; la víctima es atendida en un espacio tranquilo e íntimo. En caso de ser necesario contactan con los dispositivo sanitarios, agentes de seguridad disponibles en el evento, espacio… o bien a los Servicios de Emergencias desde el teléfono 112. Finalmente se registran las atenciones realizadas y se lleva a cabo un seguimiento en coordinación con las fuerzas de seguridad y servicios sanitarios.
Agresiones
En los puntos violeta se sensibiliza al público, y se atiende, informa y ayuda a víctimas de cualquier tipo de agresión sexista. Son varios los tipos de agresiones sexistas a las que una mujer se puede ver sometida: Acoso físico, acoso verbal, acoso no verbal, abuso sexual y hasta la violación. Para conocer la definición más detallada de cada uno de los acosos podéis consultar en el siguiente enlace de la Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud.
¿Cómo podemos ayudaros?
Si necesitas ubicar un punto violeta, desde Amaltea te podemos ofrecer un equipo profesional y multidisciplinar que te ayude. Puedes consultarnos en contacto@amalteaconsultoria.es